Sonia y Arturo viven en una casa grande y silenciosa. Una noche, tres hombres armados asaltan su hogar, sometiéndolos violentamente y encerrándolos en un baño. Arturo logra escapar, captura al delincuente más joven e inexperto y decide secuestrarlo para disciplinarlo en el sótano. Mientras Arturo busca venganza, Sonia, en secreto, protege al joven y comienza a proyectar en él la imagen de su hijo muerto. Esta compleja situación desata una serie de eventos que desafían los límites de la moralidad y el perdón.