Los cinco torturadores más crueles de la dictadura de Pinochet cumplen condenas de varios siglos en una lujosa cárcel a los pies de la cordillera. Es un recinto con piscina, jardines y aviarios, donde están siempre vigilados por guardias que más parecen sus empleados. Cuando un equipo de televisión entrevista a Contreras, uno de los internos, sus declaraciones tienen un impacto insospechado. Ante el temor de que los trasladen a una cárcel común, los militares harán todo lo posible por mantenerse en el lugar, desatando el delirio y la violencia en medio de las montañas.